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EL HOSPITAL SON LLÀTZER ENTREGA “CERTIFICADOS DE VALENTÍA” A LOS PACIENTES MÁS PEQUEÑOS

30/10/2017 PEDI
El Servicio de Pediatría del Hospital Son Llàtzer ha puesto en marcha la iniciativa de entregar “certificados de valentía” a los más pequeños como una acción simbólica que reconoce la colaboración y el esfuerzo que han demostrado durante su estancia en el Hospital.

El ingreso hospitalario es una situación estresante para cualquier persona, pero si se trata de un niño puede resultar no solo estresante sino también angustiante: el niño ha de permanecer en un ambiente totalmente desconocido e interactuar con personas que no conoce; a ello hay que sumar que probablemente padece dolor por culpa de su enfermedad o porque es necesario aplicarle técnicas terapéuticas que se lo producen.

La entrega de este certificado genera un refuerzo positivo de la conducta del niño, fundamental para poder agilizar los procedimientos y lograr el objetivo de reducir el dolor y/o la ansiedad. Es una forma de valorar su esfuerzo cuando colabora en una cura.

 

Tratamiento y prevención del dolor en los procedimientos en la Unidad de Pediatría

Además de esta nueva iniciativa, para aliviar y tratar el dolor durante los procedimientos el Servicio de Pediatría ya aplicaba técnicas y tratamientos, tanto de tipo farmacológico como no farmacológico. Los procedimientos no farmacológicos son los que aplican de forma autónoma los profesionales de enfermería;  en cambio, para los farmacológicos se requiere una pauta médica, y las sedaciones se llevan a cabo siempre en colaboración con un pediatra. Entre los métodos no farmacológicos se utilizan la distracción con juguetes, la música y la visualización de dibujos animados en el teléfono móvil. Además, con el dispositivo con forma de abeja llamado Buzzy se relaja la zona de la intervención por medio de frío y vibraciones y ello ayuda a reducir el dolor. Por otro lado, hay que destacar la colaboración de los payasos de Sonrisa Médica.

La presencia de los padres durante la aplicación de cualquier técnica o durante una cura es muy importante, no solo para minimizar el dolor sino para reducir la ansiedad del niño; de esta manera siempre se muestra mucho más colaborador.

A los lactantes menores de 18 meses se les administra sacarosa —un preparado dulce—, que junto con la succión tiene un efecto relajante y analgésico. También ayuda la lactancia materna antes y durante la técnica.

Entre los tratamientos farmacológicos que se aplican están el uso de cremas tópicas anestésicas, tanto para punciones como para curas de heridas; la sedación consciente con óxido nitroso, un gas de efecto sedante y analgésico, aunque se mantiene la consciencia; la sedación completa para procedimientos realmente dolorosos, que requiere que el niño esté completamente relajado, y la administración de analgésicos, tanto por la vía oral como por la vía parenteral.